23.12.08 11:20 Antiguedad: 3 yrs

La declaración sobre la paz será una "declaración de misión" para las iglesias

 

Las iglesias tienen la misión de enseñar a las nuevas generaciones de cristianos a vivir la paz de Dios en todos los aspectos de sus vidas.

La paz es una forma de vida, afirma el Rev. Dr. Geiko Müller-Fahrenholz, y las iglesias tienen la misión de enseñar a las nuevas generaciones de cristianos a vivir la paz de Dios en todos los aspectos de sus vidas.

 

Müller-Fahrenholz coordinó el grupo que redactó las "Afirmaciones preliminares a una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa": un primer borrador de la declaración que será presentada en la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz en mayo de 2011 en Kingston, Jamaica. En la siguiente entrevista, este teólogo alemán explica los cómos y porqués del proceso.

 

Pregunta: La Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz de 2011 se define a veces como una "fiesta de la cosecha" del Decenio para Superar la Violencia que el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) lanzó en 2001. ¿Qué significa esto, y qué se ha conseguido hasta ahora?

 

Respuesta: La Convocatoria por la Paz no será solo una "fiesta de la cosecha" sino también una "temporada de siembra". Se espera que se desarrollen nuevas iniciativas, pues el trabajo contra la violencia debe continuar. El Decenio para Superar la Violencia debe ser entendido como el principio de una nueva fase de concienciación de las iglesias sobre lo que significa la paz en la actualidad.

 

El trabajo realizado durante el decenio ha sido tan variado que un breve resumen sería injusto con toda seguridad. Se ha dado un énfasis notable a la educación para la paz, comenzando en los jardines de infancia y siguiendo con la capacitación de educadores en técnicas de mediación de conflictos. En muchas escuelas de teología, los estudiantes han empezado a preparar sus propias declaraciones de paz. Estos son intentos de definir el cometido de la teología de la paz y de la ética de la paz en la actualidad, y de identificar también maneras concretas de involucrarse.

 

P: ¿Qué impacto espera que tenga la declaración sobre la paz?

 

R: En esencia, lo que se pretende con la "declaración sobre la paz" es permitir que las iglesias redefinan su comprensión de lo que significa "la paz de Dios" para su testimonio en el mundo actual. Por ello, nuestro esfuerzo podría llamarse una "declaración de misión". Les corresponderá a las iglesias obtener resultados concretos de acuerdo con las situaciones en que están llamadas a vivir su fe.

 

P: El primer borrador de la declaración sobre la paz fue enviado recientemente a las iglesias miembros del CMI. ¿Cuál es su mensaje principal?

 

R: Las Afirmaciones preliminares a una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa enfatizan que nuestro punto de partida es la paz de Dios, como pone de manifiesto la vida y muerte de Jesucristo. No es "nuestra paz". No tenemos que inventarla. La paz de Dios apela a todos los aspectos de nuestra vida y trabajo. La paz o la paz justa, por lo tanto, no es solamente una cuestión de ética política entre otras muchas, es el marco que determina la manera en que enfocamos todas las cuestiones éticas.

 

Por consiguiente, la declaración llama a las iglesias agentes de construcción de la paz e identifica varias formas de conseguir este objetivo. Puesto que las iglesias están presentes en todos los niveles de la vida, del personal al mundial, la construcción de la paz tiene que ver con aspectos y tareas diferentes. La justicia es fundamental, también lo es la reconciliación.

Por último, la declaración ofrece un nuevo marco para las cuestiones de paz al poner "la paz con la Creación" en el centro. Por ello, va más allá de los conceptos antropocéntricos de la paz que han dominado la agenda de las iglesias hasta ahora. Si la humanidad no puede hacer las paces con la tierra, cualquier otra forma de paz está abocada al fracaso. Este es el mayor desafío, y no solo las iglesias deben estar a la altura.

 

P: El borrador incluye medidas concretas que las iglesias pueden tomar para ayudar a prevenir y superar los conflictos armados. ¿Cómo espera que actúen las iglesias?

 

R: La declaración es bastante clara con respecto al lamentable impacto que las iglesias cristianas tuvieron al legitimar durante siglos los conflictos armados. Deben arrepentirse de ello. De ahí, las iglesias -y otras religiones, podría añadir- deben aprender a decir claramente "no" a la tentación de ponerse del lado de los fuertes y poderosos.

 

Por otro lado, cuando observamos el mundo de hoy con su violencia globalizada, su sufrimiento y sus abusos, pero también con su abyecta fascinación por la violencia en los medios de comunicación y la industria de los videojuegos, la paz debe ser considerada un modo de vida que orienta y engloba todo lo que pensamos y hacemos.

Hacia una declaración ecuménica sobre la paz justa

 

Se espera que una declaración que afirme el compromiso de las iglesias con la paz y la no violencia y que recomiende buenas prácticas sea el resultado más importante de la Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz de mayo de 2011. La Convocatoria, que ha de tener lugar en Kingston, Jamaica, será la culminación del Decenio para Superar la Violencia del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), y en ella se celebrarán las iniciativas provechosas y se dará fe de la paz de Dios como don y responsabilidad de los cristianos de todo el mundo.

 

La decisión de poner fin al Decenio para Superar la Violencia con una declaración ecuménica sobre la paz justa fue tomada en la 9ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en 2006. Desde entonces, se celebran en todo el mundo consultas de expertos organizadas por el CMI, sus iglesias miembros y organizaciones asociadas en torno a ocho áreas temáticas, que incluyen las tradiciones de la teología de la paz cristiana y de la historia violenta del cristianismo, la violencia en la familia y las relaciones entre los sexos, así como los aspectos ecológicos y económicos de la paz justa.

 

El primer borrador de la declaración sobre la paz fue enviado recientemente a las iglesias miembros del CMI, que cuentan ahora con un año para aportar sus propias reacciones y sugerencias al documento de trabajo que será presentado ante la Convocatoria por la Paz.

La paz no es un don que puedes tener o no. Es algo que aprendemos a amar esforzándonos durante toda nuestra vida. Es una disciplina espiritual, un proceso de formación alejado del miedo y la avaricia, alejado de la fascinación por el mal y la violencia. Y esto comienza con la manera de educar a nuestros hijos.

 

P: Según la declaración provisional sobre la paz, "el campo de acción de la construcción de la paz justa" abarca "toda la vida terrestre": las relaciones justas entre las personas, los familiares, los trabajadores, los empleadores y los consumidores, los seres humanos y la naturaleza. ¿Es posible tratar una gama tan amplia de temas al mismo tiempo?

 

R: Por supuesto que es posible. Nosotros los humanos desempeñamos muchos papeles al mismo tiempo: somos padres, empleadores o empleados, ciudadanos, consumidores, etc. Si empezamos a comprender que la paz justa es un estilo de vida, esto informará todas nuestras actividades.

 

P: ¿Cuáles son los próximos pasos hacia una declaración ecuménica sobre la paz justa?

 

R: Las "Afirmaciones preliminares" han sido concebidas como un "punto de partida". Se han enviado a las iglesias miembros del CMI con la esperanza de que estas formulen respuestas, relaten buenos ejemplos y sugieran nuevos enfoques. Han empezado a llegar respuestas. Solo en Alemania ya se están preparando dos musicales para niños sobre la paz.

 

A principios de 2010, un segundo equipo de redacción repasará estas reacciones y redactará una segunda versión de la "Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa". En realidad, lo que importa es la participación, no tanto el producto final.

 

Espero que la Convocatoria Ecuménica por la Paz de Kingston presente un texto que permita que las iglesias y todos los demás interesados en involucrarse, se comprometan a promover la cultura de paz que Dios ha prometido.

 

Convocatoria Ecuménica Internacional por la Paz

 

Afirmaciones preliminares a una Declaración Ecuménica sobre la Paz Justa