17.02.11 14:30 Antiguedad: 1 yrs

La unidad y la paz justa deberían ser dos temas de la Asamblea, afirma el moderador del CMI

 

El pastor Dr. Walter Altmann, moderador del Comité Central del CMI, habla en la conferencia de prensa durante la reunión del Comité Central.

El pastor Dr. Walter Altmann, moderador del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, argumentó hoy de manera convincente que tanto la unidad como la justicia y la paz deberían ser incluidas en el tema de la próxima Asamblea del mayor organismo ecuménico del mundo.

 

El Comité de Planificación de la 10ª Asamblea del CMI que se celebrará en octubre de 2013 en Busan, Corea del Sur, propone al Comité Central que elija uno de los dos temas sugeridos: “Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz” o “En el mundo de Dios, llamados a ser uno”. Para Altmann, ambos temas reflejan una visión común.

 

“Los temas propuestos no deberían entenderse como alternativas”, dijo Altmann en su discurso de apertura a los 150 miembros del Comité Central reunidos en Ginebra del 16 al 22 de febrero. “Ambas perspectivas forman parte de un mismo entendimiento global de la vocación y el compromiso ecuménico que unen nuestra comunidad de iglesias”.

 

Es preciso centrar los esfuerzos en la justicia y la paz, dijo el moderador luterano brasileño, porque acontecimientos tales como el colapso financiero mundial y los recientes movimientos exitosos en pro de la democracia en los países árabes “nos advierten de los riesgos de las políticas que constituyen una ofensa a la dignidad humana y oprimen a poblaciones enteras”.

 

Por ello, Altmann afirmó que “la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre y el compromiso con la justicia en las relaciones económicas internacionales deben seguir formando parte del programa del CMI”.

 

En una conferencia de prensa que tuvo lugar después de su alocución, Altmann dijo que en su América Latina natal puede verse la influencia de la teología de la liberación, que se centra en combatir la pobreza y los gobiernos opresores a través de la organización y la acción comunitarias cristianas. “Las luchas de los años sesenta, setenta y ochenta están dando frutos hoy”, declaró.

 

También pidió al CMI que “preste aún una mayor atención a la preocupación por el Oriente Medio, y en particular por Tierra Santa”. La incapacidad de las naciones implicadas para conseguir el “objetivo fundamental” de la paz, dijo, no se debe únicamente a la complejidad de la situación en Oriente Medio, “sino también a una persistente falta de voluntad política para hacer las concesiones necesarias para alcanzar [la paz justa]”.

 

Altmann manifestó especial preocupación por las minorías cristianas de muchos países de Oriente Medio, observando que los esfuerzos del CMI “contribuyen a la creación y el mantenimiento de un clima de respeto y reconocimiento mutuos sobre el cual se puede construir una paz con justicia”.

 

La importancia de tales esfuerzos no es menor en el seno del movimiento ecuménico, continuó Altmann; de ahí la necesidad de un tema de la Asamblea que abarque la unidad. El texto bíblico que se sugiere para apoyar ese tema, Juan 17:20-23, “expresa mejor que ningún otro el fundamento de nuestra vocación y nuestro compromiso ecuménicos”, añadió.

 

Dado que la unidad cristiana “es una realidad en el corazón de Dios”, dijo Altmann, la tarea de las iglesias es “perseverar en esa unidad, no apartarse de ella, no rebelarse contra Dios y no romper las relaciones entre ellas”.

 

Y puesto que la unidad no “es el resultado del establecimiento de estructuras institucionales”, Altmann apeló a “ampliar y profundizar” el ecumenismo, que reconoce que “hay un único movimiento ecuménico del que el CMI forma parte”.

 

Al comentar que el año pasado el Secretario General del CMI, el pastor Dr. Olav Fykse Tveit, fue invitado a pronunciar un discurso ante las principales reuniones pentecostales y evangélicas, Altmann dijo que “las reuniones respetuosas deberían ir seguidas de una profundización de las relaciones […] sobre la base del discernimiento espiritual y la reflexión teológica”.

 

Concluyó diciendo, Esos esfuerzos “requieren mentes abiertas, actitud de oración y una labor teológica rigurosa”.

 

El texto de la alocución del moderador

 

Más información sobre la reunión del Comité Central

 

Fotos de la reunión