02.06.10 15:30 Antiguedad: 2 yrs

Activistas palestinos y judíos instan a trabajar por la paz

 

“Es tiempo de que palestinos e israelíes compartan una paz justa” -es el mensaje de la Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel. Participantes en la mesa redonda sobre la ocupación y la expoliación del pueblo palestino (de izquierda a derecha): Hazem Jamjoum, Nathan y Caroline Finkelstein, y el pastor John Calhoun, convocador de la Semana.

En una mesa redonda, organizada por el Foro Ecuménico Palestina-Israel, el 31 de mayo en Ginebra (Suiza), se puso de relieve la grave situación que viven los palestinos bajo ocupación israelí y la necesidad de exigir al Estado de Israel que asuma sus responsabilidades en virtud del derecho internacional.  La mesa redonda fue organizada en el marco de la Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel.  

 

“Tras 62 años durante los cuales los palestinos han sufrido constantes expoliaciones, desplazamientos forzosos, apartheid, ocupación y colonización, sólo queremos decir que el Estado de Israel no es un caso excepcional y que no está por encima del derecho internacional”, dijo Hazem Jamjoum, un activista palestino.

 

“¿Por qué Israel puede quedar impune por los asesinatos que comete, como en el caso de hoy por la mañana?”, preguntó Jamjoum, que está encargado de comunicación en el Centro de investigación BADIL (Centro de Recursos por la Residencia y los Derechos de los Refugiados Palestinos). Se estaba refiriendo al ataque perpetrado ese día por el ejército Israelí contra una flotilla que transportaba ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. En el ataque murieron alrededor de diez militantes por la paz y hubo un número mucho mayor de heridos.

 

Jamjoum estaba hablando en una mesa redonda sobre la ocupación y la expoliación del pueblo palestino, organizada en el marco de la Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel, celebrada del 29 de mayo al 4 de junio de 2010, y convocada por el Consejo Mundial de Iglesias en colaboración con otras organizaciones ecuménicas con objeto de instar a los cristianos y las iglesias de todo el mundo a orar y trabajar en favor de una paz justa en Palestina e Israel.  

 

Para Jamjoum, la única razón por la que el Estado de Israel puede continuar aplicando sus políticas contra el pueblo palestino se debe a que “la comunidad internacional no está haciendo nada para impedirlo”. De ahí que haya exhortado a los participantes a “que piensen en qué forma pueden comprometerse personalmente o como organización en una campaña para exigir a Israel que asuma sus responsabilidades y rinda cuentas por sus acciones”.

 

También participaron en la mesa redonda Caroline y Nathan Finkelstein, dos activistas judíos residentes en Ginebra que son miembros del colectivo Urgence Palestine y de la Red Internacional de Judíos Antisionistas.

 

“La ocupación militar influye grandemente en las condiciones de vida y de trabajo de quienes viven en esa situación”, dijo Nathan Finkelstein. Entre las consecuencias de la ocupación que afectan a los trabajadores palestinos se refirió expresamente a los salarios insuficientes, el trabajo infantil así como la falta de beneficios sociales y de derechos jurídicos.

 

Y añadió: “la ocupación está ahogando la economía palestina”.

 

Por su parte, Caroline Finkelstein se refirió al constante acoso que infligen los colonos israelíes a los habitantes de aldeas palestinas en los territorios ocupados. Y citó como ejemplo el valle de Wadi Qana, entre las ciudades de Naplús y Qalquiya, donde unas pocas familias palestinas viven rodeadas de nueve asentamientos israelíes, considerados ilegales en virtud del derecho internacional.

 

“Esas familias palestinas no están autorizadas a construir casas, ni a hacer pozos para tener agua, y no tienen electricidad, pero ellos están decididos a permanecer en su tierra”, dijo Caroline, y añadió: “son gente maravillosa, y con tanta fuerza de espíritu que vuelven a plantar lo que los colonos destruyen”. 

 

En el valle del Jordán, que representa la cuarta parte de Cisjordania, de los 350.000 palestinos que vivían allí en 1968, sólo quedan actualmente 5.500”, dice Caroline Finkelstein.  Mientras tanto el valle ha sido ocupado por 36 asentamientos ilegales.

 

Para Jamjoum, la política israelí está destinada a “forzar el desplazamiento del mayor número de población autóctona” con el objetivo de “controlar el máximo de territorio palestino con el mínimo de población palestina”.

 

La lista de los eventos que tendrán lugar durante la Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel pone en evidencia las numerosas actividades en las están comprometidas las iglesias desde Filipinas hasta los Estados Unidos de América y desde los Países Bajos hasta Kenya.

 

El Foro Ecuménico Palestina-Israel es una plataforma que reúne a las iglesias y les permite coordinar sus esfuerzos e iniciativas en favor de una paz justa en Palestina e Israel.

 

Sitio Web de la Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel